Después de tantos meses soñando cómo sería este día, puedo aseguraros de primera mano que la realidad superó por mucho a mis expectativas. La boda de Jesús y Paloma se celebró en la cala del moral, un sitio precioso cerquita de Málaga. Contra todo pronóstico (por lo menos para los Segovianos que esa semana habíamos llegado a los -8°) el sol se dejó ver y calentaba con fuerza un 10 de Febrero. Las pamelas hicieron su función y sobraban estolas y abrigos de pelo por todos lados (después de lo que costó conseguirlos, ¿Verdad #primaP?)
La ceremonia se celebró en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, un lugar precioso que no ayudaba a contener la emoción al ver un poco de Jesús en ese matojo de nervios. No se me olvida esa cara de ilusión y miedo que tenía mi primo al entrar a la Iglesia.
La novia supo disimular mejor sus nervios y con una sonrisa de oreja a oreja lucía un vestido que llevaba su nombre. Preciosa, elegante y muy natural, supo seguir al dedillo la tradición, algo nuevo, algo viejo, algo azul y algo prestado.
Una mantilla que quitaba el hipo y que, junto con los pendientes, hacían la combinación perfecta para llevar algo viejo y algo prestado al mismo tiempo. Además de completar su estilismo perfectamente, estas dos prendas, cobraban aún más valor al conocer la historia que escondían detrás.
Los pendientes son heredados, de esos que ya no se fabrican y que guardan las mujeres de su familia para todos los eventos importantes dignos de estas joyitas.
La mantilla elegida y comprada por su abuela materna, que seguro desde el cielo sonreía ese día orgullosa, al ver a su nieta pequeña lucir de aquella manera ese tesoro, que para muchos, solo sería una mantilla cualquiera.
Para incorporar algo azul, decidió cambiar la típica liga, para dar algo más de protagonismo a este color, arriesgando con unos zapatos forrados del mismo azul que el vestido de su hermana.
Tampoco vamos a quitar mérito al novio, que de siempre ha sido un manitas, pero que esta vez supo ganarse a todos sus invitados (por lo menos a las chicas, que queríamos un novio que en nuestra boda nos hiciese, con palés, estas maravillosas letras luminosas de madera que pusieron en el baile). ¿Tiene o no mérito el novio?.
Paloma, estoy segura que ahora mismo eres la envidia de muchas. (Y eso que no he contado lo bien que cocina eh?).
Como veis, todo, todo de principio a fin estaba pensado. Una boda cuidada hasta el último detalle que iréis viendo a lo largo de estas semanas.
El post de hoy está dedicado única y exclusivamente a los culpables de todo esto. Mi primo, y a día de hoy, a la que ya puedo llamar también, mi prima.
Gracias chicos por dejarnos compartir vuestro amor.
Las fotos están cogidas de la app wedshoots. Una aplicación para compartir entre todos los invitados, las fotos que se han ido haciendo a lo largo de ese gran día.